martes, 12 de enero de 2010

Huellas de cuatro en cuatro.


Vistesé mundo con traje de novia
mientras movía la viola con palo de pernambuco
amenazó con su trabuco a la luna
impunemente salvaje la moribunda jah

Estremeciase con el olor del viento
y escuchabase el danzar de la fortuna
acompañado del cuarto elemento
que mecía suavemente la cuna
para dormir a la princesa del cuento.

Sin la nieve y sin esa melodía, el desafío no habría tenido el mismo valor. La luna amedrentada se hecho atrás y no tomó cartas en el asunto por esta vez. Fue entonces el momento de aquel algo que fue un presente magico  en el pasado y que espero lo sea en el recuerdo de algún futuro.